“El amor de Dios es muy grande, pero también es muy delicado; si no lo cuidas, herirás su corazón”
“La fe y el tiempo” (JOS 10: 12 - 14)
Josué
toma el lugar de Moisés y Dios estuvo con Josué. El reto para Josué era
tomar posesión de la Tierra Prometida y en la batalla contra los
amorreos, se atreve a hablarle al tiempo y pedirle al sol y a la luna
que se detuvieran para vencer a los enemigos en Gabaón. Entonces Dios le
oyó e intervino, porque Dios estaba con él, he hizo que se detuvieran
la tarde y la noche, y así los venció.
La
fé hace acelerar la bendición. Podemos modificar el tiempo, pidiéndole a
Dios con fe, que lo previsto para un año, no lo dé en un mes. Que
aligere nuestros proyectos de largo plazo y vivamos en lo sobrenatural
por la fe. Acostumbrémonos a la fe grande; porque la fe grande, trae
milagros grandes. (HEB 2: 4) ¡Para Honra y Gloria Suyas! ¡Amén!
Jos 10:12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas:
Sol, detente en Gabaón;
Y tú, luna, en el valle de Ajalón.
Jos 10:13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero
Jos 10:14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
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