“No es suficiente con ir al médico y comprar la medicina, es necesario tomársela”
“Un hijo desafortunado llamado Manasés” (2CRO 33: 1-3)
Manasés
tenía la enseñanza de su padre y comenzó a reinar, y 55 años reinó en
Jerusalén. Pero a medida que fue pasando el tiempo de su reinado su
corazón se fue torciendo, la bendición le hizo daño. Y comenzó a
practicar la idolatría, a reconstruir los altares que su padre había
derribado y a hacer las abominaciones que su padre había abolido. Rindió
culto a baal (Dios pagano), adoró las estrellas, la luna y el sol. Hizo
altares profanos en Jerusalén, cuando Dios había dicho que en Jerusalén
solamente habitaría Su Nombre. Sacrificó sus hijos a moloc (Dios
pagano) y los ofreció en sacrificio quemándolos vivos. Consultaba a los
adivinos y se deleitó haciendo lo malo ante los ojos de Dios. No escuchó
a los profetas que Dios le enviaba e hizo que Dios se llenara de ira.
Fue un hombre desafortunado que no aprovechó la bendición y se le fue.
Cuando
la bendición nos aleja de Dios, de la iglesia, de la oración, de
servirle al Señor, es un grave problema… Dios nos ha bendecido con
nuestro trabajo, con nuestros hijos, con nuestro hogar, con nuestra
salud, no permitamos que la bendición de Dios la perdamos siendo
infieles y consultando adivinos; amemos Dios, seamos firmes en nuestro
carácter. Porque cuando lo hagamos, dejaremos huellas en la tierra y en
el cielo abrá alegría. No nos dejemos atrapar por satanás, no cambiemos
las bendiciones de Dios, sigámosle siendo fiel y Él tendrá los cielos
abiertos para nuestras vidas. ¡Para la Honra y la Gloria de Dios! ¡Amén!
2Cr 33:1 De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén.
2Cr 33:2 Pero
hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de
las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel.
2Cr 33:3 Porque
él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y
levantó altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo
el ejército de los cielos, y les rindió culto.
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