“La enfermedad es vencida cuando el Poder de Dios actúa sobre mi vida”
“Él es mi médico” (EXO 15: 26 y 23: 25-26)
Esta
es la Palabra que salió de la boca de Dios para su pueblo Israel, y en
este tiempo, para la Iglesia del Señor. Y ella salió con un énfasis en
que el Señor es nuestro médico divino. La medicina es una bendición
porque atiende a los enfermos, porque es de Dios; porque, finalmente, es
Dios quien se manifiesta a los enfermos. El médico receta, envía la
medicina y opera… pero quien pone Su Mano y trae la salud es el Señor
Jesucristo.
Dios
dio al ser humano la capacidad para estudiar su cuerpo, pero Dios es el
origen de la bendición de la salud y la restauración del alma. Y para
que el Poder Suyo actúe plenamente sobre nuestras vidas, como nuestro
médico divino; la clave está en que debemos oír atentamente Su Palabra,
guardarla, obedecerla, hacer lo recto y servirle… Y el Señor nos dará
bendición, quitará toda enfermedad y no permitirá que fallezcamos antes
de tiempo. Levantémonos porque El Señor es nuestro médico divino por
excelencia, ¡Para Su Honra y Su Gloria! ¡Amén!.
Éxo 15:26 y
dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo
recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares
todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios
te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Éxo 23:25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
Éxo 23:26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.
No olvides comentar o Dar en Me Gusta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario