“No te desanimes porque con frecuencia un abuelo es la última llave que abre nuestra causa” (EXO 3: 3-6)
Abraham fue abuelo de Jacob. Es una bendición ser abuelo, porque es volver a ser papá y la dicha por nuestra prolongación; no obstante, hay abuelos que impiden que el nuevo hogar tenga independencia. Así que como abuelos, respetemos ese hogar y a nuestros nietos y enseñémosle la palabra para que nos respeten.
Si nietos, agrademos y honremos a nuestros abuelos. Valorémoslos para que se sientan orgullosos de nosotros. Alegrémosle su corazón siendo buenos nietos. No nos dejemos llevar por los vicios y deleites mundanos que nos causan dolor y tristeza a nuestro entorno; no agresivos, drogadictos, pandilleros, ni alcohólicos.
Éxo 3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
Éxo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Éxo 3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Éxo 3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
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