viernes

Caído...Pero levantado!

 "Aquel que cae y se levanta, es mas grande que aquel que nunca ha caído"


 

“Caído… pero levantado” (GEN 16:1-4)

Dios le había prometido descendencia a Abraham, pero éste le falló a Dios cuando aceptó acostarse con la criada Agar para tener descendencia y tuvo que soportar las consecuencias de su equivocación, perdiendo esa comunión que tenía con Dios por más de trece años. Fue entonces cuando reconoció su culpa y volvió a Él e hizo un altar cuando llegó a la tierra prometida por Dios para su descendencia.

Qué horrible es fallarle a Dios. Cuando alguien estando casado tenga un romance con otra persona y cometa adulterio; faltándole así a Dios quebrantando su mandamiento, estropeando así la relación con Él, sufrirá penosas consecuencias.

Sea cual fuere nuestra falla, es necesario aceptar que le hemos faltado a Dios. Arrepentirnos de corazón para no volver a caer y adquirir nuestro compromiso de lealtad a Dios. Porque si somos fieles a Dios, Él nos levantará.

Levantémonos de nuestra crisis y volvamos otra vez confiados en Dios porque todo lo podemos Cristo que nos fortalece, para Honra y Gloria de Suya ¡Amén!    

Gén 16:1  Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.

Gén 16:2  Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.

Gén 16:3  Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.

Gén 16:4  Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

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