“Huimos de los reproches ajenos, pero los únicos que nos dañan son los nuestros”
“Dame una doble unción” (2 REY 2: 7-9)
En el pasaje, Elías pidió doble unción y bendición de Dios. Quería ser un hombre sobrenatural, fuera de lo común.
Amemos
a Dios y no nos contentemos con lo que tengamos, sino que anhelemos
más; no nos volvamos odres viejos, ansiemos una doble unción para que el
Señor nos llene de más bendición. Dios nos pide que le amemos y le
pidamos más para que nos conceda una doble unción, para su Honra y
Gloria ¡Amén!
2Re 2:7 Y
vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon
delante a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán.
2Re 2:8 Tomando
entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se
apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
2Re 2:9 Cuando
habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por
ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una
doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
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