“Para poder descubrir el propósito de algo, nunca le preguntes a la creación… pregúntale al creador”
La Semilla es un Principio Bíblico, porque cosechamos de lo que sembramos
(DEU 30: 14-20 , 2COR 9: 6 Y Gal 6:7)
Los
Principios Bíblicos nos simplifican la vida y nos permiten transitar
más fácilmente por ella. Porque nos ayudan a vivir abundantemente y son
como muralla a nuestro alrededor. Y nos posibilitan tener vida o juicio.
Pero lo más grande de los Principios Bíblicos es que contienen a Dios y
nos permiten estar cerca del corazón de Dios.
Cuando
ofrendamos dinero para Dios a fin de apoyar el ministerio de la iglesia
y extender su obra para que la palabra sane y salve a muchas personas,
ese dinero se convierte en Semilla y queda sembrada en buena tierra y da
buen fruto.
Y
así le demostramos que le amamos con todas nuestras fuerzas y que de lo
que Él nos da, también damos para la Honra y la Gloria de Su Santo
Nombre ¡Amén!
Deu 30:14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Deu 30:15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
Deu 30:16 porque
yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y
guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y
seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual
entras para tomar posesión de ella.
Deu 30:17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,
Deu 30:18 yo
os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días
sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión
de ella.
Deu 30:19 A
los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os
he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición;
escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
Deu 30:20 amando
a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es
vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la
tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les
había de dar.
2Co 9:6 Pero
esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el
que siembra generosamente, generosamente también segará.
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