“Por más larga y oscura que sea la noche, el sol siempre brillará”
“Escucharé a Dios” (SAL 85: 7-11)
Cuando estamos pasando momentos difíciles tendemos a desanimarnos porque la voz de la adversidad sutilmente nos habla a nuestra intimidad interior, nos aflige y tiende a derrotarnos o rendirnos.
También la voz de Satanás nos fustiga diciéndonos que no podemos levantarnos para así atormentarnos y vencernos. Y la voz desalentadora de nuestros amigos y familiares que también coadyuva a desmoralizarnos.
Pero cuando escuchamos a Dios, conforme lo dice su palabra, no volvemos a la locura. A Dios lo oímos a través del Predicador o del Pastor, de un cántico, en la Iglesia, en el Devocional, en la Biblia, en un sueño, a través de nuestros padres, nuestros líderes espirituales, de su palabra, etc.
Escuchar a Dios es recibir formación y tener una vida llena de vitalidad espiritual, útil para nosotros mismos y nuestra familia. ¡A su Nombre y Gloria! ¡Amén!
Sal 85:7 Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,
Y danos tu salvación.
Sal 85:8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios;
Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
Para que no se vuelvan a la locura.
Sal 85:9 Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen,
Para que habite la gloria en nuestra tierra.
Sal 85:10 La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.
Sal 85:11 La verdad brotará de la tierra,
Y la justicia mirará desde los cielos.
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