martes

Las Dos Ofrendas: La De Dios y La Nuestra




“Las dos ofrendas: la de Dios y la nuestra” (EFE 5: 1-3 y FIL 4: 16-18)


Cristo se entregó así mismo por nosotros y ese acto fue una ofrenda: El sacrificó su vida por la salvación de todos nosotros. La muerte de Jesús hizo posible que llegara al cielo “un aroma de olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios”


Dios nos habla a través de los hombres suyos, para que lo escuchemos y es nuestra ofrenda la que permite que su palabra llegue a muchas personas para que nuestras vidas sean transformadas, nuestros hogares restaurados, hallemos bendición y gracia.


Es importante que sigamos ofrendando para que así sigamos sirviéndole al Señor y extendiendo su Reino, que Él a su tiempo nos dará nuestra recompensa.

¡A su nombre Gloria! ¡Amén!


Efe 5:1   Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Efe 5:2  Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Efe 5:3  Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;

Efe 5:4  ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

y

Flp 4:16  pues aun a Tesalónica  me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.

Flp 4:17  No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

Flp 4:18  Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 





No olvides dejar tus comentarios!

No hay comentarios:

Publicar un comentario