“La
vida es corta o larga, está llena de penas o alegrías, depende de cómo
la vivamos; pero tenemos un Dios que determina nuestra calidad de vida”
“La honra a mis padres”
El
hijo desobediente dijo a sus padres que Dios entró a su vida y vino a
pedirles perdón y les dio un sobre con una semilla de su corazón… su
vida cambió y Dios ahora lo ha prosperado y sanado, porque vino y honró a
sus padres, poniendo lo bueno en ellos; vino a ponerles paz, alegría,
que no estén preocupados. El que honra a sus padres pone un peso bueno,
así los padres se hacen felices.
Los
padres sufren por sus hijos que los hacen llorar, pero el día en que
entre Cristo a nuestro corazón entenderemos y cambiaremos; de modo si
estamos en Cristo nuevas criaturas seremos (2COR 5: 17)
Lo
que hoy hagamos con nuestro padres, mañana lo recogeremos. Perdonemos a
nuestros padres y abramos la puerta a Cristo para que Dios nos de larga
vida y vida en abundancia… ¡Para la Honra y la Gloria de Dios! ¡Amén!
2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
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