“Algunos
solo buscan a Dios cuando están en problemas, en cambio, otros viven
con Él y para Él; esos son los que disfrutan de lo pleno de Dios”
“El modelo económico de Dios” (DEU 26: 1 y 2, 11-13)
El
80% de los habitantes de la tierra viven en pobreza, viven en la
incomodidad, no terminan sus estudios. Dios nos dejó un modelo económico
para que lo vivamos y seamos bendecidos, pero nos hemos alejado de Él
acarreando las consecuencias. Debemos vivir para Dios, y el modelo económico de Dios está fundamentado en estos principios:
1) Las Primicias: consagrando a Dios lo primero de nuestra actividad, producción, negocio, etc.
2) Trabajo honrado: el trabajo no es un problema es una bendición y debemos valorarlo.
3) Justicia: ser justos con nuestros compañeros o con nuestros empleados, pagarles lo justo y a tiempo.
4) La misericordia: siempre tendremos personas necesitadas a nuestro alrededor; pobres, niños desprotegidos, huérfanos, etc.
5) La
fe: cuando nos levantemos creamos que tendremos un día de victoria, que
en la tarde el sol brillará para nosotros y que en la noche Dios nos
guardará.
6) La
palabra: es la regla, porque está basada en decretos, estatutos,
fundamentos y mandamientos, para que caminemos con Dios y vivamos para
Él.
7) Diezmar
para Dios: de lo que Dios nos da, debemos darle a Él, para que el Reino
de Dios se extienda y se active el modelo económico de Dios.
Pongámoslos
en práctica y veremos cómo Dios nos levanta y no viviremos más en
derrota, ni en fracaso; seremos las personas que Dios bendecirá en
abundancia para que vivamos para Él. ¡Para Su Honra y Su Gloria! ¡Amén!
Deu 26:1 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites,
Deu 26:2 entonces
tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra
que Jehová tu Dios te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar
que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.
Deu 26:11 Y
te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a
tu casa, así tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti.
Deu 26:12 Cuando
acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el
año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a
la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.
Deu 26:13 Y
dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y
también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda,
conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus
mandamientos, ni me he olvidado de ellos.
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