Hola amigos, el día de hoy les traigo dos excelentes frases cristianas:
“No
hay nadie tan pobre que no pueda sembrar una semilla en el terreno de
Dios, porque una semilla puede ser el inicio de una Gran victoria”
y
“Si el amor se condiciona a la belleza morirá junto con
ella, porque la belleza es pasajera pero el amor de Dios nunca muere”
“El Espíritu Santo detiene el caos” (GEN 1: 1-5)
En ese principio Dios creó los cielos
(primer, segundo y tercer cielos), el primer cielo es en donde se
mueven las aves, el aire, las nubes; el segundo cielo, donde están los
astros, las estrellas, las galaxias; y el tercer cielo es donde está el
Trono de Dios, lo sublime y lo majestuoso de Dios, la base celestial,
donde está el Padre y el Hijo.
La
tierra era el centro de lo que Dios había creado. Porque allí iba a
colocar al que iba a venir, allí enviará al hombre y a la mujer; Dios
quería colonizar y mandó a la tierra al hombre para que estableciera en
ella el Reino de Dios, para que lo que está en el cielo esté en la
tierra. Porque el hombre vino de Dios, vino del cielo.
La
Palabra dice que la tierra estaba desordenada, porque Satanás estaba en
ella, pero el Espíritu de Dios se movía para proteger la tierra, como
el viento protege las aguas. Dios envía el Espíritu Santo para proteger
Su Creación, porque la tierra está en caos.
El
Espíritu Santo es el que está trabajando en el mundo por tanto caos que
hay en el mundo (pecados, inmoralidad, bajeza, maldad, cárceles), tanta
obra de tiniebla que está en la tierra. Pero la razón por la que la
tierra no se ha destruido es porque el Espíritu Santo está en la tierra
protegiéndola (SAL 85: 8 y 9). El
Espíritu Santo está en nosotros para que la vida de Dios viva en
nosotros y en donde haya caos venga el Señor Jesucristo a nosotros, a
nuestra vida. ¡Para Honra y Gloria de Dios! ¡Amén!
Gén 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Gén 1:2 Y
la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la
faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas.
Gén 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Gén 1:4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Gén 1:5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
Sal 85:8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios;
Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.
Sal 85:9 Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra.
No Olvides Dar Me Gusta!
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