Los Beneficios Que Recibimos De Dios

“Agradécele a Dios por todos los beneficios recibidos”

“Sus beneficios” (SAL 103: 1-5)
 La palabra nos habla de los beneficios que recibimos de Dios: el primero es que Él ha perdonado nuestros pecados, la sangre de Jesús ha sido puesta sobre nuestras vidas y todo pecado, por más vil que haya sido, Jesús lo ha perdonado. El segundo beneficio es el de la sanidad, porque Él ha sanado nuestras dolencias. El tercer beneficio, es que nos rescató y nos restauró, Él nos rescata del hoyo de nuestra vida y nos saca, y nos vuelve a colocar en el camino correcto. El cuarto beneficio es nuestra provisión que viene de lo alto ahora y siempre, porque ciertamente el dinero llegará producto de nuestro negocio o a través de nuestro trabajo, pero quien da las fuerzas y quien nos da el trabajo es el Señor Jesucristo. El quinto beneficio, es la gratitud, el que sacia de bien nuestras bocas. 

Es importante tener gratitud y nunca olvidarnos de lo que Dios ha hecho en nuestra vida, de cómo Dios nos ha guardado y nos ha protegido de accidentes, de catástrofes, de enfermedades graves, de muerte...

El sexto beneficio es el propósito final de nuestro Dios, que vivamos por encima de las circunstancias, que no perdamos nuestra capacidad, nuestro talento ni nuestras fuerzas y que nos mantengamos rejuvenecidos como el águila.

Saquemos de nuestra boca las palabras que maldicen y que reniegan, y si pasan cosas en nuestra vida que no entendemos, descansemos en Dios que nos da reposo; porque él convertirá nuestra tristeza en gozo. Estos beneficios son para nosotros, apropiémonos de ellos y démosle al Señor la ¡Honra y la Gloria por los Siglos! ¡Amén!