El Señor Quiere Tocarnos y Llenarnos De Su Gloria

"Hay que aprender a hacer las cosas pequeñas como si fueran grandes"

“¿A dónde vives?” (MAR 6: 3-6)
Jesús se levantó en la población de Nazaret, allí pasó su niñez e infancia y era conocido por todos los habitantes de Nazaret. Sabían que José era carpintero y que María era humilde y sencilla; ahora Jesús aparece en el escenario público con tremendas señales y milagros. No podían creer que una persona común y corriente orando y dando La Palabra, resultara con poderes sobrenaturales sacando y reprendiendo a los demonios, sanando a los enfermos y resucitando a los muertos. Se escandalizaron de lo que estaban viendo y Jesús los miró y les dijo: “No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa”… queriendo decirles que en el único lugar donde no tenía honra era dentro de su propia gente y no pudo hacer allí muchos milagros, salvo que sanó a unos pocos enfermos.

No creían que fuera profeta o el Enviado ni el Mesías; y que los poderes que hay en Él, no eran suyos sino de Dios, que vive en Él, porque también es Dios. Había tanta incredulidad que no pudo que Dios se manifestara con milagros portentosos.

¿A dónde vives? ¿Con qué clase de gente te rodeas? ¿Con incrédulos? En tu casa, la gente con quien vives… ¿ellos creen? y ¿Saben que el Señor tiene Poder? El Señor quiere tocarnos, quiere restaurarnos, bendecirnos y llenarnos de su Gloria; pero es necesario que creamos, porque nunca los incrédulos fueron bendecidos ni vieron cosas sobrenaturales. El incrédulo siempre se quedó al margen de la bendición de Dios; por eso, nunca nos quedemos rodeados en ese ámbito de la incredulidad de Dios.

Levantémonos creyendo para que el Señor llegue a nuestra vida y nos sorprenda de manera sobrenatural, y quedemos extrañados de las maravillas que Dios hará con nosotros… ¡Para Honra y Gloria de Su Santo Nombre! ¡Amén!