“Alegría: gusto que se manifiesta por hacer del diario
vivir una experiencia inolvidable, única e irrepetible. Dios nos ha
llamado para que vivamos alegres y en victoria”
“Lugar de victoria” (1SAM 4: 1 y 1SAM 7:12)
El
libro cuenta las vivencias del pueblo de Israel: en Quiriat-Jearim se
dedicó a lamentarse. Llegaron a Mizpa y allí hicieron pacto con Dios.
Luego hubo guerra contra los Filisteos y los derrotaron. Tomó luego
Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre
Eben-ezer (lugar de victoria), diciendo: “Hasta aquí nos ayudó Dios”.
Las
victorias no existen si nosotros mismos no las hacemos… somos quienes
las hacemos tangibles. Nuestra vida debe estar llena de victorias, de
buenos recuerdos, de fechas memorables, de algo bueno que Dios hizo en
nosotros que quedaron anotados en nuestro corazón, en nuestra mente; y
que en momentos de oración, el Señor nos los trae a nuestras mentes:
cuando vino la Bendición y la Palabra salió de su boca a nuestro
corazón.
Como
cristianos debemos de tener más de un Eben-ezer. Nunca olvidemos de
dónde nos sacó Dios; que nos perdonó, que nos ha guardado a pesar de las
adversidades. Dios no nos ha abandonado, así nosotros sí, pero Él está
con los brazos abiertos. Recordemos y alabemos al Señor, porque
Eben-ezer es lugar de victoria. ¡Para Honra y Gloria de Dios! ¡Amén!!!
1Sa 4:1 Y
Samuel habló a todo Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrar
en batalla a los filisteos, y acampó junto a Eben-ezer, y los filisteos
acamparon en Afec.
1Sa 7:12 Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.Hasta la próxima, no olvides dar me gusta!
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