jueves

Responsabilidad Paternal

Pensamiento sabio del día: “La preocupación, con frecuencia, proyecta una enorme sombra de algo que en realidad es muy pequeño”



Palabra: “Responsabilidad Paternal” (SAL 112: 1-3)

La Palabra de Dios, en estos versículos, nos habla del hombre que teme a Dios, del hombre que tiene principios y valores, del hombre que se deleita en los mandamientos de Dios; porque hace que su descendencia sea poderosa, hace que sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, y así sucesivamente sea poderosa y bendita en la tierra… De esa descendencia habrá personas ricas, prósperas, bendecidas por Nuestro Señor Jesucristo.

En la vida diaria, en la vida práctica, encontramos hombres casados y con hijos, pero muy irresponsables. Padres que no se preocupan por sus hijos, padres borrachos que dan mal ejemplo, padres atarbanes y agresivos con sus hijos; encontramos también, padres distantes que no sacan tiempo para estar con su hijos, padres que no responden por la educación de sus hijos… Y los hijos se avergüenzan de él porque no es un padre responsable y que ama a su familia, tampoco un padre espiritual porque no ama a Dios.

Si amara a Dios amaría a su familia; si amara a Dios, amaría a sus hijos; si amara a Dios, vería la bendición de Dios en sus hogares… A usted, varón de Dios, el Señor lo quiere bendecir para que; así mismo, usted bendiga a los suyos.

El Señor nos exhorta para que seamos padres responsables, que entendamos que los hijos que engendramos y que llevan nuestra sangre, nos anhelan, nos extrañan y nos necesitan. El Señor nos exhorta para que seamos padres espirituales, para que oremos por nuestros hijos porque son nuestra descendencia y Dios quiere bendecirla.

Debemos conocer el amor de Dios quien nos ama y nos quiere convertir en padres llenos de la Gloria de Dios. Así que es el momento para que hagamos un alto y le digamos al Señor que nos perdone y nos transforme, para que el Señor nos levante y nos haga padres responsables, de bendición, ¡Para Su Honra y para Su Gloria! ¡Amén!   


Sal 112:1  Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

Sal 112:2  Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita.

Sal 112:3  Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre.

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