Dios y La Esencia Del Hombre

Pensamiento sabio del día: “Quien maltrata a un niño está maltratando el corazón de Dios”

 

Palabra: “Dios y la esencia del hombre” (ECL 3: 10 y 11)

  

El ser humano no es una máquina, el ser humano no es un objeto, tampoco una cosa; el ser humano es la imagen de Dios y ha puesto eternidad en nosotros, por eso existimos; y por eso, cuando morimos, seguimos existiendo… Sin embargo, el ser humano tiene una esencia que se recoge en tres aspectos, y Dios trabaja en ellos:

Primer aspecto: Lo que pensamos. Dios trabaja en lo que pensamos, y por eso el hombre puede diseñar, crear, inventar y descubrir. Dios también trabaja en pensamientos que no son agradables o que destruyen, para convertirlos en pensamientos que construyen.

Segundo aspecto: Lo que hablamos. El hombre no es solamente lo que piensa sino también lo que habla, en las palabras. Por eso debemos tener cuidado con lo que hablamos, porque lo que hablamos es el reflejo de lo que pensamos… Si hablamos mal de la gente, es lo que pensamos de la gente; si estamos hablando negativamente, así es nuestra manera de pensar. Afortunadamente, Dios quiere trabajar en lo hablamos y quiere poner palabras diferentes: palabras de paz, palabras que construyan, palabras que bendigan; por eso, nosotros podemos soltar palabras agradables, palabras que bendigan.

Tercer aspecto: Lo que hacemos. El hombre no es solamente lo que piensa y lo que habla, sino también lo que hace; porque allí se resume la esencia del ser humano… Lo que piensa habla y vive. Es una cadena donde lo que pensamos determina lo que hablamos, y lo que pensamos y hablamos, determinará cómo vamos a vivir, cómo vamos a andar.

Dios tiene Poder para trabajar en estos aspectos… Así que, entreguémosle hoy a Dios nuestra manera de pensar, entreguémosle también nuestra manera de hablar, y nuestra manera de actuar; y tendremos una vida nueva, trasformada y cambiada, y no quedaremos en derrota; porque tendremos puertas abiertas y Dios nos dará cosas que jamás imaginamos y nunca nos dejará avergonzados, ¡Para la Honra y la Gloria de Dios! ¡Amén!

Ecl 3:10  Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
Ecl 3:11  Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.