Los que no hacen nada para Dios

“Un hijo puede ser alegría o frustración, depende, la mayoría de las veces, de lo que se haya sembrado en él”

 Palabra: “Los que no hacen nada para Dios” (JUE 5: 15-17)

Aquí La Palabra nos registra de una guerra que se iba librar y en la que se necesitaban muchos guerreros. Vino la convocatoria para que el pueblo de Israel combatiera, y algunas tribus de Israel no se hicieron presentes ni participaron de la guerra; no se unieron, fueron ajenos, fueron apáticos e indiferentes… No hicieron nada para Dios.

Esto pasó en el tiempo de Débora: Los de la tribu de Rubén pusieron como obstáculo para no ir a la guerra que se tenían que quedar cuidando a las ovejas; los de la tribu de Gad, pusieron como obstáculo que ellos vivían al otro lado del río Jordán; los de la tribu de Dan, pusieron como obstáculo para apoyar, que vivían a la orilla del mediterráneo y tenían que cuidar las barcas; los de la tribu de Aser también vivían a la orilla del mar, y pusieron como obstáculo que tenían que cuidar los puertos…

Había más de 40 mil hombres aptos para la guerra, pero pusieron como obstáculo que no tenían armas, y sólo 10 mil hombres se alistaron y adiestraron para ir a la guerra, y Dios les dio la victoria...

Jue 5:15  Caudillos también de Isacar fueron con Débora;

Y como Barac, también Isacar

Se precipitó a pie en el valle.

Entre las familias de Rubén

Hubo grandes resoluciones del corazón.

Jue 5:16  ¿Por qué te quedaste entre los rediles,

Para oír los balidos de los rebaños?

Entre las familias de Rubén

Hubo grandes propósitos del corazón.

Jue 5:17  Galaad se quedó al otro lado del Jordán;

Y Dan, ¿por qué se estuvo junto a las naves?

Se mantuvo Aser a la ribera del mar,

Y se quedó en sus puertos.